Los textiles con los que elaboramos nuestras prendas de ropa cuentan con las certificaciones más importantes a nivel mundial que garantizan la inexistencia de sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente.
En esta sección te informamos más a detalle sobre las certificaciones con las que cuentan:
OEKO-TEX® STANDARD 100: Certificación otorgada a los textiles que son sometidos a pruebas de detección de sustancias nocivas.
El certificado STANDARD 100 by OEKO-TEX® es la etiqueta ecológica más utilizada en el mundo para garantizar que los productos textiles etiquetados han sido analizados ante más de 300 sustancias nocivas. La certificación se basa en el catálogo de criterios OEKO-TEX® con fundamento científico y pruebas de laboratorio naturales, teniendo en cuenta numerosas sustancias, tanto reguladas como no reguladas, que podrían ser perjudiciales para la salud, así como parámetros preventivos. En mucho casos, los valores límite establecidos por el STANDARD 100 by OEKO-TEX® superan los requisitos nacionales e internacionales.
Los tipos de productos que avala el certificado STANDARD 100 by OEKO-TEX® se agrupan en 4 clases:
Artículos que puedan estar en contacto directo con la piel para bebés y niños hasta de tres años (ropa interior, ropa de cama, toallas, pañales, productos de higiene, etc.)
Artículos en contacto directo con la piel (ropa interios, ropa de cama, camisetas, tops, pants, calcetines, etc.)
Artículos que no estén en contacto directo con la piel (chamarras, sacos, abrigos, etc.)
Materiales de decoración (manteles, cortinas, fundas para muebles tapizados, etc.)
CERTIFICACIÓN ESTÁNDAR GLOBAL DE RECICLAJE Ó GLOBAL RECYCLED STANDARD (GRS por sus siglas en inglés): Es un estándard de producto internacional, voluntario, y completo que fija requisitos para la certificación por parte de terceros de contenido reciclado, cadena de custodia, prácticas sociales y medioambientales, y restricciones químicas.
Los objetivos del GRS son definir requisitos para garantizar declaraciones de contenido precisas y buenas condiciones laborales, y que se haya minimizado el impacto perjudicial medioambiental y químico. Esto incluye empresas de desmontado, hilado, tejido y punto, teñido, impresión y costura en más de 50 países.